Lo que voy a relatar sucedió en un tiempo lejanísimo; cuando los continentes tenían otra forma y los ríos tenían otro curso. Entonces, las horas de las Criaturas pasaban lentas, los Brujos de la Tierra recorrían las montañas Maduinas buscando hierbas salutíferas, y todavía resultaba sencillo ver a los lulus, en las largas noches de las islas del sur, bailando alrededor de sus colas.
He venido a dejar memoria de una grande y terrible batalla. Acaso una de las más grandes y terribles que se libraron contra las fuerzas del Odio Eterno. Y fue cuando una Edad terminaba y otra, funesta, se extendía hasta los últimos refugios.
La Saga de los Confines –Los días
del Venado, los días de la Sombra y los días del Fuego- es una de mis trilogías
favoritas del género de la Épica Fantástica, escritos por la argentina Liliana
Bodoc, una historia que nos sitúa en un equivalente fantástico de la América
precolombina, y que también presenta un equivalente de la Europa del siglo XV,
siendo los habitantes de las Tierras Fértiles claramente inspirados en pueblos
amerindios como los Mapuche, los Mayas, los Aztecas y los vikingos, es decir,
si las colonias que estableció Leif Erikson en Terranova hubieran prosperado,
mientras que los villanos son el equivalente a los conquistadores europeos si
hubieran sido dirigidos por un Dios del Mal. Es tan poco sutil la semejanza que
una editorial española decidió abandonar sus planes para publicar la saga en
España, porque podía atraer cierta controversia, aunque al final fue publicado por otra editorial.
Aquí los primeros mapas de los
continentes.
Las Tierras Fértiles, por Okif
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Las Tierras Antiguas, por Pez
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Aquí una versión más reciente, de Gonzalo Kenny, aquí pueden ver su blog El artede los Confines.
Aquí pueden leer los primeroscuatro capítulos.